En la Provincia de Zhejiang

En noviembre tuve que viajar por la provincia de Zhejiang por una semana. En ella estuve por las ciudades: HangZhou, Ningbo, Wengzhou, Yiwu y nuevamente Hangzhou para tomar el avión.

En esta provincia se pueden ver con más frecuencia, iglesias budistas y taoistas, generalmente en las cimas de las colinas.

Hangzhou es una excelente ciudad para hacer negocios, su clima es moderado, tiene gran cantidad y variedad de fabricas, es bastante económica, y por su cercanía a Shanghai y estar citudad en el medio de China, es para mi la mejor ciudad despues de Shanghai para un trader internacional.

Por el contrario Ningbo es una de las ciudades que menos me ha gustado de China, por lo desordenado que es en la mayoria de las partes.

Todo mi transporte en la región lo hice por autobús, lo que me permitio ver la región mucho mejor, como siempre el cultivo esta en todos lados, y pocas veces se ven zonas donde no haya o una granja o un cultivo. La gente me pareció más amable. Aunque en Hangzhou tuve una de las peores experiencias.

Hay veces que uno se encuentra en China con personas que precieran insectos, están en la vida para comer y morir, no están al tanto de lo que ocurre a su alreador, de donde están ubicados que distancia hay hasta el pueblo más cercano. Esto lo digo porque mi avion salia a las 9 de la noche y habia salido del hotel a las once. Queria visitar una fabrica y me comunique con una de las vendedoras. Ella me envio la dirección de donde tenía que ir. Pero me dijo que fuera en Taxi, que el lugar estaba ubicado a una hora de Hangzhou. Cuando llegue el viaje me duro casi 2 horas y media, y hubiera salido más economico alquilar un carro que pagar al taxi. En realidad fue un desafio para mi, ya que con solo la dirección preguntando y comunicandome en chino, pude llegar al destino, tomando 3 autobuses. Al comenzar a hablar con ella me dijo que no producian los productos que yo necesitaba, y me dio un precio completamente desfasado con el precio del mercado. En fin solo perdi tiempo, pero practique el chino, y la gente en el autobus se sorprendia por que a duras penas se podian comunicar conmigo. Al menos ellas pasaron un momento más agradable.